domingo, 17 de septiembre de 2017

OBJETO DE LA CRIMINOLOGÍA: EL DELINCUENTE.

     La Criminología tradicional, por su raigambre positivista, potenció al máximo el protagonismo de la persona del delincuente, creyendo poder encontrar en una supuesta diversidad del mismo, patológica (teoría de la diversidad), la explicación científica del comportamiento criminal. Por el contrario, en la moderna Criminología —de corte prioritariamente sociológico— el examen y significado de la persona del delincuente pasa a un segundo plano, desplazándose el centro de interés de las investigaciones sobre la persona del infractor hacia la conducta delictiva misma, la víctima y el control social. En todo caso, el delincuente se contempla «en sus interdependencias sociales», como unidad «biopsicosocial», y no desde una perspectiva biopsicopatológica, como sucediera con tantas biografías criminales «clásicas» orientadas por el espíritu «correccionalista» e «individualista» de la Criminología tradicional.

TRATADO DE CRIMINOLOGIA, ANTONIO GARCÍA-PABLOS DE MOLINA.


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