Identificación por medio de una oreja.
Las orejas conservan durante toda la
vida sus características distintivas, y como no existen 2 completamente iguales
constituyen un instrumento de identificación confiable.
La oreja es un órgano de recepción de
las ondas sonoras; su esqueleto es cartilaginoso y forma parte del oído
externo. Es sinónimo de pabellón auricular. Este órgano se encuentra formado
por una serie de elevaciones, depresiones, surcos, arrugas y contornos, además
de tener diferentes espesores y dimensiones, por lo que es necesario considerar
su localización, inclinación y particularidades.
Las principales partes anatómicas de
la oreja son las siguientes:
1. Hélix. Es un borde en forma de media caña que tiene una
concavidad interna; se inicia en la fosa central o concha (por encima del
conducto auditivo) y termina después de recorrer el segmento superior de la
oreja, desciende por la parte inferior hasta el lóbulo.
2. Antihélix. Es una saliente que se sitúa por encima del antitrago; se
inicia a partir de la concha y se une al borde o hélix.
3. Concha. Es la parte cóncava de la oreja en cuyo fondo se concentra
el conducto auditivo externo.
4. Conducto auditivo. Orificio de recepción de ondas sonoras.
5. Trago. Saliente que se encuentra en la parte anterior de la oreja;
por lo común tiene forma de triángulo.
6. Antitrago. Es el borde opuesto al trago, que limita la concha y tiene
en su parte media una saliente cartilaginosa.
7. Lóbulo. Saliente que se encuentra en la parte inferior de la
oreja, de naturaleza blanda y forma redonda.
Correa
Ramírez, Alberto Isaac. Identificación forense. ed. Trillas
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